Tres días de gloria

04.10.2011 15:42

III Congreso juvenil Identidad de Campeón 2011

 

Tres días de gloria
 


El evento anual, organizado por la iglesia evangélica Granero de Dios, reunió tres bandas cristianas y un predicador invitado. Más almas fueron ganadas para la gloria de Cristo.

Por Virginia Larrazábal

 

    Arduos e incansables días de oración y trabajo fueron necesarios para materializar lo que, en años anteriores, empezó como una hermosa meta cuyos frutos, hoy, desbordan los más dulces sabores. No fue fácil pero, definitivamente, valió la pena.

    La ruta al congreso Identidad de Campeón, tercera edición, se perfilaba como un reto de gran importancia para todo el equipo que dispuso cada uno de sus talentos y competencias para escalar los peldaños hacia un evento que, para la gloria del Padre, ataría más almas al reino de los cielos. Fue esa la intención principal de tan laborioso e incansable trabajo.

    Vigilias, cultos juveniles, noches de hamburguesas y películas, así como un día entero de chapuzones integraron las estaciones pro fondo para lograrlo. Grandes bendiciones se derramaron a lo largo de todo ese camino, pues se daba a conocer la planificación de lo que serían tres días de intensa gloria en la presencia de Jesús.

 

        Pasión X su presencia

    Con gran expectativa llegó el jueves 29 de septiembre, día de apertura del congreso, entre murales representativos del lema “Pasión X su presencia”, y aún todos trabajaron hasta la madrugada montando y afinando cada detalle de los preparativos.

    “Sé que el espíritu Santo se va a derramar. Habrá tres bandas invitadas y son una bendición que el Señor dio al Granero de Dios. ¡Somos una iglesia grande en sus comienzos!”, comentó con entusiasmo la pastora Laritza Morales antes de comenzar.

    Durante esa primera noche, una unción poderosa se dejó sentir entre los presentes gracias a la ministración y adoración del grupo marabino de rap, “Pacto de Gracia”, quienes resaltaron en su discurso la importancia de lo que significa morar de manera permanente en la presencia del Altísimo, así como entregar todos los sueños y talentos a Él para que se glorifique en ellos.

    El pastor Edixon Viloria expresó que “nos centramos en llevar a los jóvenes a que conozcan a Jesús y que lleguen a sentir ardor por su presencia. Ése es el objetivo central. Creemos que la gloria de Dios va a ir en aumento y se va a manifestar grandemente. Este va a ser un fin de semana en el que Dios nos va a marcar para cosas grandes”.

 

        Sigue la fiesta

    Llegó el viernes 30 de septiembre, segundo día de congreso, cuando nadie se quedó sentado en su silla, pues la banda MDV puso a vibrar y saltar a jóvenes y no tan jóvenes con sus pegajosas melodías rockeras.

    Asimismo, el pastor y profeta invitado, oriundo de Barquisimeto, Enyilberth Gámez, inició su ciclo de predicaciones las cuales, sin duda, penetraron en las vidas de los que allí estuvieron para recibir palabras de parte del Señor, pues éstas estuvieron enfocadas en lo que Dios tiene preparado para aquellos campeones que dan más allá de lo que el mundo les exige.

 

        Clausura

    El último día, sábado 1ro de octubre, estuvo cargado de actividad incesante y cierta nostalgia. “Cuando apenas nos acostumbramos, nos damos cuenta que ya se termina”, así afirmó el pastor Viloria.

    Desde tempranas horas de la mañana, se impartieron dos conferencias, a cargo de los pastores Viloria y Gámez que, según las reacciones de muchos, resultaron como un bálsamo refrescante al espíritu.

    La noche arribó y la gente apasionada por la presencia de Cristo se dio cita para formar parte de la gran clausura del congreso Identidad de Campeón. La banda de rock juvenil MER tomó parte en los micrófonos, entonando canciones cuyas letras definen la necesidad que tiene la generación de buscar al Salvador.

            Mientras el reloj corría, de nueva cuenta, más punzantes que una espada salieron las palabras de Dios a través del pastor Gámez quien, muy efusivamente, alertó y exhortó a la generación de relevo a, no solo tener a Dios como amuleto de buena suerte y buscarlo en las dificultades, sino que exaltó la importancia de vivir constantemente dependiendo de la providencia divina para llegar a conquistar las naciones.

    Para la gloria de Dios, un gran número de personas se convirtieron al evangelio y pudieron proclamar con sus bocas y corazones al Señor Jesucristo como su salvador, iniciando un camino restaurador que es solo para valientes. Sus nombres fueron escritos en el libro de la vida. La meta fue cumplida. Así, entre llantos de gozo y aplausos hasta lo alto culminó lo que fueron tres gloriosos días donde el Espíritu de Dios hizo sentir su fuego.

    Tal como lo declaran los pastores Viloria Morales, “Lo mejor está por venir”.

 

¡Gloria a Dios!